... mantener la vocación con la tripita llena"
Merodeando, Los Peces
Aplicable a muchos campos.
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sábado, agosto 27, 2005
miércoles, agosto 24, 2005
El tomacafés
Término técnico.
Designa a un individuo de género masculino que tiene por afición tomar cafés/tés/coca-colas/helados en compañía de individuos el sexo femenino.
El hecho de tomar cafés no es propiamente la característica distintiva del tomacafés, sino su intención en este acto y las consecuencias del mismo.
- La intención última del tomacafés no es tomar cafés, sino entablar una relación de NO-amistad con la susodicha sentada al otro lado del café.
- El tomacafés tiene como superpoder (y es por lo que se le reconoce) el descartarse como individuo del otro sexo. Se sabe que le interesan las mujeres, pero las que toman café con él le consideran un ser asexuado, para aclararnos, NUNCA se plantearían una relación de NO-amistad con él. Nadie sabe a qué es debido el efecto, de ahí que se le denomine superpoder.
- Como efecto colateral del sus superpoderes el tomacafés se convierte en confesor/consejero/pañuelo de lágrimas de sus compañeras de café. Nunca podrá quitarle ese chico tan mono y que tanto le gusta, por lo que pueden sincerarse con él.
- El tomacafés no aprende. Repite su táctica con toda aquella chica que conoce, salvo desastre o diversión sarcástica del destino. Cree ciegamente que es la mejor forma, que sólo tiene que llegar la chica adecuada.
- Lo máximo a lo que puede aspirar un tomacafés es a una tarde de cine+cena, que él pensará que es un comienzo de la siguiente fase. ERROR típico del tomacafés: sigue pensando (iluso de él) que tiene posibilidades.
- El tomacafes superguerrero, el supremo tomacafés es el que cumple todo lo anterior y, además, contra toda lógica y desafiando las leyes de la naturaleza y la lógica, encima ayuda a las chicas que toman café con él en sus relaciones y salva parejas. ¿Acaso no sabe que las mujeres hablan?
Como curiosidad científica cabe destacar que a los tomacafés se les huele y que a toda mujer le gusta tener un tomacafé en su vida, son muy monos y manejables.
Designa a un individuo de género masculino que tiene por afición tomar cafés/tés/coca-colas/helados en compañía de individuos el sexo femenino.
El hecho de tomar cafés no es propiamente la característica distintiva del tomacafés, sino su intención en este acto y las consecuencias del mismo.
- La intención última del tomacafés no es tomar cafés, sino entablar una relación de NO-amistad con la susodicha sentada al otro lado del café.
- El tomacafés tiene como superpoder (y es por lo que se le reconoce) el descartarse como individuo del otro sexo. Se sabe que le interesan las mujeres, pero las que toman café con él le consideran un ser asexuado, para aclararnos, NUNCA se plantearían una relación de NO-amistad con él. Nadie sabe a qué es debido el efecto, de ahí que se le denomine superpoder.
- Como efecto colateral del sus superpoderes el tomacafés se convierte en confesor/consejero/pañuelo de lágrimas de sus compañeras de café. Nunca podrá quitarle ese chico tan mono y que tanto le gusta, por lo que pueden sincerarse con él.
- El tomacafés no aprende. Repite su táctica con toda aquella chica que conoce, salvo desastre o diversión sarcástica del destino. Cree ciegamente que es la mejor forma, que sólo tiene que llegar la chica adecuada.
- Lo máximo a lo que puede aspirar un tomacafés es a una tarde de cine+cena, que él pensará que es un comienzo de la siguiente fase. ERROR típico del tomacafés: sigue pensando (iluso de él) que tiene posibilidades.
- El tomacafes superguerrero, el supremo tomacafés es el que cumple todo lo anterior y, además, contra toda lógica y desafiando las leyes de la naturaleza y la lógica, encima ayuda a las chicas que toman café con él en sus relaciones y salva parejas. ¿Acaso no sabe que las mujeres hablan?
Como curiosidad científica cabe destacar que a los tomacafés se les huele y que a toda mujer le gusta tener un tomacafé en su vida, son muy monos y manejables.
Requisitos de profesión
Andera: ¿Por qué esa cara tan triste?
Willie C.: Requisitos de profesión. Los pianistas felices trabajan en el circo.
Beautiful Grils de nuevo.
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Willie C.: Requisitos de profesión. Los pianistas felices trabajan en el circo.
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miércoles, agosto 17, 2005
Por la boca muere el pez
Y la mía es enorme.
Porque hablar y pensar no es lo mismo.
Dado que mi capacidad de pensar es nula y cuando lo hago, ya se sabe, estoy pensando en callarme para siempre. Vaaale, esto me resultaría muy difícil, pero es que cada vez las cosas van a peor.
Creo que me voy a comprar una grabadora del estilo que llevan los periodistas, para primero hablar a la grabadora, revovinar y escuchar lo que digo y, si me parece que es decente, reproducirlo para el resto de mortales de mi alrededor. No sé si servirá para algo, pero al menos es intentar algo nuevo. Otra opción es usar a un amigo para eso, pero el problema es que, en ese caso, lo de las citas se me antoja algo complicado o, cuando menos, incómodo.
Pues nada, a ver si voy aprendiendo.
Porque hablar y pensar no es lo mismo.
Dado que mi capacidad de pensar es nula y cuando lo hago, ya se sabe, estoy pensando en callarme para siempre. Vaaale, esto me resultaría muy difícil, pero es que cada vez las cosas van a peor.
Creo que me voy a comprar una grabadora del estilo que llevan los periodistas, para primero hablar a la grabadora, revovinar y escuchar lo que digo y, si me parece que es decente, reproducirlo para el resto de mortales de mi alrededor. No sé si servirá para algo, pero al menos es intentar algo nuevo. Otra opción es usar a un amigo para eso, pero el problema es que, en ese caso, lo de las citas se me antoja algo complicado o, cuando menos, incómodo.
Pues nada, a ver si voy aprendiendo.
Hablar y pensar
"No es lo mismo pensar lo que se dice que decir lo que se piensa"
Sabiduría popular
Y si resulta que no piensas, ¿debes permanecer callado?
Píldora en El botiquín.
Sabiduría popular
Y si resulta que no piensas, ¿debes permanecer callado?
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Homenaje a la amistad
Mañana me voy de vacaciones. Sólo 5 días, pero al menos salgo de la península a un país donde no hablan la lengua de Cervantes, lo cual es todo un descanso para mi cabeza y mis agobios personales.
Me voy a visitar a un amigo (he de reconocer que me ha costado escoger la palabra, amigo/borracho/crápula/sinverguenza/pendejo) que está autoexiliado y vamos a dar una vuelta el fin de semana por el pais de los ingleses, a ver si nos devuelven Gibraltar.
El caso es que me sirve para reflexionar (borracho se reflexiona mucho mejor). Quién me hubiera dicho hace dos años que me llevaría tan bien con este chico no creo que le hubiera creído del todo. Pero resulta que ahora es mi amigo, lo cual es todo un logro.
El caso es que después de algún tiempo y varias decepciones me he dado cuenta que hay dos tipos de amigos, los dos igualmente valiosos y raros, así como necesarios:
- Unos son aquellos que todos conocemos. Son los que nos conocen de arriba a abajo. Aquellos que cuando estamos a punto de liarnos con una chica le decimos "sabes que..." y no nos dan tiempo a acabar la frase, porque dicen "lo sé". Aquellos que te llaman para ver cómo estás y cuando dices hola te sueltan "a ti te pasa algo, café ya, y no me vale un no". Aquellos que saben los detalles de tu vida mejor que tú y toman un papel de consejeros, conciencia y diario. Los que cuando te caes se meten en el hoyo contigo y te ayudan a salir, quieras o no.
- Pasando los años me he dado cuenta que hay otro tipo igualmente valioso. Son los que nos aguantan durante mucho tiempo, los que están siempre, llueva, truene, nieve o haga 40 grados a la sombra. Que independientemente de cuales sean las circunstancias nos aguantan como si nada. Los que nos hacen ver que la vida sigue y nos ayudan a andar el camino día a día, porque nos hacen que caminemos, porque nos hacen mirar hacia delante, tal y como mirábamos antes y como miraremos después.
El resto, no son amigos. Son conocidos, compañeros de borrachera, compañeros de clase, o diversos, pero no amigos. Podré decir muchas gilipolleces en mi vida y habré hecho y me quedarán muchas por hacer, pero algunas cosas dudo que cambien mucho.
Vale, no más cosas serias por unos días, que sino pensáis que alguien me ha birlado el blog.
Me voy a visitar a un amigo (he de reconocer que me ha costado escoger la palabra, amigo/borracho/crápula/sinverguenza/pendejo) que está autoexiliado y vamos a dar una vuelta el fin de semana por el pais de los ingleses, a ver si nos devuelven Gibraltar.
El caso es que me sirve para reflexionar (borracho se reflexiona mucho mejor). Quién me hubiera dicho hace dos años que me llevaría tan bien con este chico no creo que le hubiera creído del todo. Pero resulta que ahora es mi amigo, lo cual es todo un logro.
El caso es que después de algún tiempo y varias decepciones me he dado cuenta que hay dos tipos de amigos, los dos igualmente valiosos y raros, así como necesarios:
- Unos son aquellos que todos conocemos. Son los que nos conocen de arriba a abajo. Aquellos que cuando estamos a punto de liarnos con una chica le decimos "sabes que..." y no nos dan tiempo a acabar la frase, porque dicen "lo sé". Aquellos que te llaman para ver cómo estás y cuando dices hola te sueltan "a ti te pasa algo, café ya, y no me vale un no". Aquellos que saben los detalles de tu vida mejor que tú y toman un papel de consejeros, conciencia y diario. Los que cuando te caes se meten en el hoyo contigo y te ayudan a salir, quieras o no.
- Pasando los años me he dado cuenta que hay otro tipo igualmente valioso. Son los que nos aguantan durante mucho tiempo, los que están siempre, llueva, truene, nieve o haga 40 grados a la sombra. Que independientemente de cuales sean las circunstancias nos aguantan como si nada. Los que nos hacen ver que la vida sigue y nos ayudan a andar el camino día a día, porque nos hacen que caminemos, porque nos hacen mirar hacia delante, tal y como mirábamos antes y como miraremos después.
El resto, no son amigos. Son conocidos, compañeros de borrachera, compañeros de clase, o diversos, pero no amigos. Podré decir muchas gilipolleces en mi vida y habré hecho y me quedarán muchas por hacer, pero algunas cosas dudo que cambien mucho.
Vale, no más cosas serias por unos días, que sino pensáis que alguien me ha birlado el blog.
"Un amigo...
... es uno que lo sabe todo de ti y, a pesar de ello, te quiere"
Elbert Hubbard
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Elbert Hubbard
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martes, agosto 16, 2005
Eclipse de mar
"...
Hoy dice el periodico ...
que aprobo el parlamento europeo una ley a favor de abolir el deseo
...
Hoy dijo la radio que han hallado muerto el niño que yo fui
..."
Eclipse de mar, de Joaquín Sabina.
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Hoy dice el periodico ...
que aprobo el parlamento europeo una ley a favor de abolir el deseo
...
Hoy dijo la radio que han hallado muerto el niño que yo fui
..."
Eclipse de mar, de Joaquín Sabina.
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lunes, agosto 15, 2005
Planteando un cambio
Estoy pensando en cruzarme a la otra acera.
Hace ya algún tiempo, una amiga me dijo que yo tendría mucho éxito entre los homosexuales. Todavía no sé si eso era un piropo o no, ni cómo tomármelo. Cuándo se lo pregunté, me dijo que sólo era una impresión que tenía, que no lo había dicho con ningún tipo de intención (ya claro, y me lo tengo que creer).
El caso es que no le di mucha importancia a aquella afirmación, más allá de "¿por qué no con las mujeres? Mierda". Si hubiera dado ya marketing por aquellos entonces hubiera exigido la presencia del director de la estategia y que se hiciera el seppuku delante de mí, por haber sido tan imbécil de equivocar el público objetivo. Lo siguiente, según saliera del despacho, hubiera sido ordenar volar la parte del aparcamiento de los trabajadores de ese departamento, con ellos dentro de los coches, preferiblemente, aunque no me iba a poner puntilloso con los detalles.
El caso es que ha pasado el tiempo y ahora ya no tengo ninguna teoría válida sobre las relaciones con las mujeres (todas hacen aguas por uno u otro lado). Poco a poco me las han desmontado todas, de hecho, estoy pensando en escribir el libro "Mil y una formas de acabar con una relación" subtitulado "Todas contradictorias, pero sorprendentemente justificables".
Pues uniendo eso con la dificultad para encontrar una mujer a la que mis cualidades (todas ellas, o una, al menos) le resulten irresistibles, me está haciendo plantearme el futuro de mis relaciones. Se me ocurre que el cambio de acera no es una posibilidad que pueda descartar tan deprisa. Todo es cuestión de mirarlo con perspectiva: No tendría que volverme a preocupar por que mi pareja llegara con la frase "no sé si estoy embarazada"; se acabaron "esos días" del mes; se acabó esa discusión porque toca, quieras o no; no tener que preocuparme más por si finge los orgasmos; poder volver a jugar a ver quién mea más lejos; saber cómo funciona el cuerpo de mi pareja sin problemas; saber que su complejidad cerebral es parecida a la mía (casi nula); y demás ventajas que no sé.
Así que, ya que tengo la campaña de imagen hecha y podría funcionar, diversifiquemos el mercado, a ver si aumentan los beneficios de manera espectacular.
Decidido: me hago gay en cuanto consiga
- distinguir un chico guapo de uno que no lo es
- verle la gracia a un cuerpo lleno de pelos y sin curvas
- emocionarme por el físico de los futbolistas
- que mi cuello no se gire cuando me cruce con una chica por la calle
- dejar de verle la gracia a las mujeres
- que no me guste cómo huelen las mujeres
- no quitar la ropa con la mente a las chicas por la calle
- ser capaz de opinar de un vestido sin que esté con alguien dentro
- ver a una chica guapa y mantener mi línea de pensamiento
- que las mujeres me emocionen menos de lo que me sacan de quicio
- imaginar un mundo sin mujeres
- y, sobre todo, dejar de ser hetero
Hace ya algún tiempo, una amiga me dijo que yo tendría mucho éxito entre los homosexuales. Todavía no sé si eso era un piropo o no, ni cómo tomármelo. Cuándo se lo pregunté, me dijo que sólo era una impresión que tenía, que no lo había dicho con ningún tipo de intención (ya claro, y me lo tengo que creer).
El caso es que no le di mucha importancia a aquella afirmación, más allá de "¿por qué no con las mujeres? Mierda". Si hubiera dado ya marketing por aquellos entonces hubiera exigido la presencia del director de la estategia y que se hiciera el seppuku delante de mí, por haber sido tan imbécil de equivocar el público objetivo. Lo siguiente, según saliera del despacho, hubiera sido ordenar volar la parte del aparcamiento de los trabajadores de ese departamento, con ellos dentro de los coches, preferiblemente, aunque no me iba a poner puntilloso con los detalles.
El caso es que ha pasado el tiempo y ahora ya no tengo ninguna teoría válida sobre las relaciones con las mujeres (todas hacen aguas por uno u otro lado). Poco a poco me las han desmontado todas, de hecho, estoy pensando en escribir el libro "Mil y una formas de acabar con una relación" subtitulado "Todas contradictorias, pero sorprendentemente justificables".
Pues uniendo eso con la dificultad para encontrar una mujer a la que mis cualidades (todas ellas, o una, al menos) le resulten irresistibles, me está haciendo plantearme el futuro de mis relaciones. Se me ocurre que el cambio de acera no es una posibilidad que pueda descartar tan deprisa. Todo es cuestión de mirarlo con perspectiva: No tendría que volverme a preocupar por que mi pareja llegara con la frase "no sé si estoy embarazada"; se acabaron "esos días" del mes; se acabó esa discusión porque toca, quieras o no; no tener que preocuparme más por si finge los orgasmos; poder volver a jugar a ver quién mea más lejos; saber cómo funciona el cuerpo de mi pareja sin problemas; saber que su complejidad cerebral es parecida a la mía (casi nula); y demás ventajas que no sé.
Así que, ya que tengo la campaña de imagen hecha y podría funcionar, diversifiquemos el mercado, a ver si aumentan los beneficios de manera espectacular.
Decidido: me hago gay en cuanto consiga
- distinguir un chico guapo de uno que no lo es
- verle la gracia a un cuerpo lleno de pelos y sin curvas
- emocionarme por el físico de los futbolistas
- que mi cuello no se gire cuando me cruce con una chica por la calle
- dejar de verle la gracia a las mujeres
- que no me guste cómo huelen las mujeres
- no quitar la ropa con la mente a las chicas por la calle
- ser capaz de opinar de un vestido sin que esté con alguien dentro
- ver a una chica guapa y mantener mi línea de pensamiento
- que las mujeres me emocionen menos de lo que me sacan de quicio
- imaginar un mundo sin mujeres
- y, sobre todo, dejar de ser hetero
domingo, agosto 14, 2005
La belleza está en el interior
Y una mierda! Salta a la vista, la belleza es lo que tiene.
Si una chica es guapa/atractiva/espectacular lo es. Tú, como buen amante del arte y de la naturaleza, la observas. Los cuadros no se dejan en casita cerrados en un armario con siete llaves.
Pues bien, eso no hay forma de que una mujer lo entienda.
Porque cuando tienes novia:
- Si sales con ella no puede ser por lo guapa que es.
- Se queja siempre de su físico.
- Le gustaría cambiar su pelo, sus ojos, esa tripita tan mona que tiene...
- Si cambia algo tienes que alabarlo.
- Si ella se pone atractiva es para ponerse guapa para ti y para lucir lo que tiene.
- Ella puede alabar a una amiga suya.
Pero:
- No puedes opinar que otras chicas sean guapas, ella tiene que ser la más guapa.
- Tú no puedes sacarle ningún defecto.
- A ti te tiene que gustar tal cual es (y si se cambia, más todavía)
- De una manera que implique que ni te da igual, ni antes no te gustaba, ni lo dices por decir, ni podía haber sido mejor.
- Si otra lleva una mini es una guarra.
- Tú no, porque no quieres llegar a "esa" parte de la conversación que va después.
De verdad, chicas, estad tranquilas. Por mucho que miremos, no va a pasar nada... ella no va a querer.
Si una chica es guapa/atractiva/espectacular lo es. Tú, como buen amante del arte y de la naturaleza, la observas. Los cuadros no se dejan en casita cerrados en un armario con siete llaves.
Pues bien, eso no hay forma de que una mujer lo entienda.
Porque cuando tienes novia:
- Si sales con ella no puede ser por lo guapa que es.
- Se queja siempre de su físico.
- Le gustaría cambiar su pelo, sus ojos, esa tripita tan mona que tiene...
- Si cambia algo tienes que alabarlo.
- Si ella se pone atractiva es para ponerse guapa para ti y para lucir lo que tiene.
- Ella puede alabar a una amiga suya.
Pero:
- No puedes opinar que otras chicas sean guapas, ella tiene que ser la más guapa.
- Tú no puedes sacarle ningún defecto.
- A ti te tiene que gustar tal cual es (y si se cambia, más todavía)
- De una manera que implique que ni te da igual, ni antes no te gustaba, ni lo dices por decir, ni podía haber sido mejor.
- Si otra lleva una mini es una guarra.
- Tú no, porque no quieres llegar a "esa" parte de la conversación que va después.
De verdad, chicas, estad tranquilas. Por mucho que miremos, no va a pasar nada... ella no va a querer.
No pienses...
...que la cagas.
No pienses que la cagas.
No pienses que la cagas.
No pienses que la cagas.
Y así hasta cansarme y volver a empezar.
A ver si esta vez me la aprendo y cuando la necesite la tengo grabada a fuego, que no hay forma.
¿Y si me la tatúo en algún lado?
No pienses que la cagas.
No pienses que la cagas.
No pienses que la cagas.
Y así hasta cansarme y volver a empezar.
A ver si esta vez me la aprendo y cuando la necesite la tengo grabada a fuego, que no hay forma.
¿Y si me la tatúo en algún lado?
sábado, agosto 13, 2005
El botiquín
Es dónde están todas las píldoras.
mensaje
No angel
desiring
Respuestas
Ese...
love?
Volar
Arena
porque antes ...
Raro
las mujeres
cambiar
free, free
legión de mudos
¿Por qué?
Alcohool...
Qué día no salió el sol
Plegarias
loca
Revolution
Did I say...
Aviso
c'mon c'mon
Seres Racionales
Sin prisa
Elige
Romántico
Gustos
Not so special
Invasión musical
Libertad
Promesas
Cambios
Ajedrez
Interés
Los católicos
Sin palabras
Cracks
Su madre
Nostalgia
B.S.O. G.G.
Silogismo
El viento a favor
El hombre y la luna
"Quisiera que mi voz...
"Perdona siempre...
"Cuesta trabajo...
Requisitos de Profesión
Hablar y pensar
"Un amigo...
Principios
Eclipse de mar
Ya no la quiero
"No merece la pena...
Shakespeare aplicado
Ya no la quiero
"...
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido
..."
Pablo Neruda
Píldora en El botiquín.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido
..."
Pablo Neruda
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viernes, agosto 12, 2005
lo único que, todavía, no me ha pasado
Lo tenia por ahí archivado y no he podido evitar ponerlo
Publicado en una columna de El Mundo. Es una carta que se remitió a una empresa fabricante de preservativos adjuntando una funda de preservativo cerrada... y vacía.
"Al encargado del Departamento de Atención al Cliente (o como se denomine en su empresa):
Como ya habrá podido observar, debido a la diferencia de volumen, color, y textura en comparación con el papel donde está escrita esta carta, le adjunto un envase de preservativo de la marca propiedad de su empresa.
Si se fija detenidamente se dará cuenta que en su interior no se encuentra profiláctico alguno. Este detalle no tendría por qué tener la más mínima importancia por sí mismo, pero concurre una circunstancia que lo diferencia de las demás fundas de preservativos vacías. La que usted tiene en estos momentos en sus manos (o encima de su mesa) nunca ha sido abierta por dedos humanos (ni de ningún otro mamífero).
Creo notar en su rostro cierta sonrisa de solicitud de comprensión (...ha sido un fallo de envasado... Es muy raro que algo así suceda...). Lo que sí que es un suceso absolutamente inhabitual es que yo ligue. Por desgracia las hembras de mi especie (mujeres, chicas, etc.) no acaban de apreciar lo que para mí es un irresistible atractivo (el mío) por lo que el lograr unas relaciones sexuales plenas y satisfactorias con alguna de ellas, se convierte en mi caso en una gesta absolutamente homérica.
Leído el párrafo anterior le supongo capaz de suponer mi expresión de absoluta incredulidad matizada por algo de estupefacción al comprobar el pasado sábado como a mi lado, en la cama, reposaba, no sólo mi cojín favorito, sino también una hermosa mujer (escribo hermosa aprovechándome de que usted jamás podrá comprobarlo). Basándome en su desnudez y en el hecho de que tuviera su mano apoyada en mi pene, deduje que su principal intención era hacer el amor conmigo. Aconsejado por la prudencia y la
higiene decidí hacer uso de un preservativo... del único reservativo que había en casa, dejado por olvido por un amigo más afortunado que yo en sus relaciones con las mujeres. Cuál no sería mi sorpresa (cabreo, enfado, desesperación, odio a la raza humana en general y a los fabricantes de condones en particular)al comprobar esta nueva mala jugada del Destino en forma de preservativo inexistente... La funda estaba vacía. La mala suerte boicoteaba el que podía haber sido mi primer coito del año (y fíjese en qué fechas estamos ya).
No me parece oportuno aburrirle contando las argucias a las que Tuve que recurrir para convencer a mi ocasional compañera de lo saludable de una fellatio, pero sí considero necesario el hacerle saber el gran
trastorno que me supuso su fallo de envasado para que tome las medidas disciplinarias (amputación de la mano derecha, doscientos latigazos, etc.) que considere oportunas con el responsable de semejante desatino, así como las medidas compensatorias con la víctima (léase yo, mismamente)de su error. Me despido sin más deseándole de todo corazón que nunca tenga usted que vivir una noche tan desastrosa como la que la no presencia de un producto de su empresa me produjo a mí."
La respuesta consistió en una carta personal muy amable y un Paquete que contenía veinticuatro cajas de condones de doce unidades cada una: 288 condones, en total.
¿Le caducarán al muchacho?
Publicado en una columna de El Mundo. Es una carta que se remitió a una empresa fabricante de preservativos adjuntando una funda de preservativo cerrada... y vacía.
"Al encargado del Departamento de Atención al Cliente (o como se denomine en su empresa):
Como ya habrá podido observar, debido a la diferencia de volumen, color, y textura en comparación con el papel donde está escrita esta carta, le adjunto un envase de preservativo de la marca propiedad de su empresa.
Si se fija detenidamente se dará cuenta que en su interior no se encuentra profiláctico alguno. Este detalle no tendría por qué tener la más mínima importancia por sí mismo, pero concurre una circunstancia que lo diferencia de las demás fundas de preservativos vacías. La que usted tiene en estos momentos en sus manos (o encima de su mesa) nunca ha sido abierta por dedos humanos (ni de ningún otro mamífero).
Creo notar en su rostro cierta sonrisa de solicitud de comprensión (...ha sido un fallo de envasado... Es muy raro que algo así suceda...). Lo que sí que es un suceso absolutamente inhabitual es que yo ligue. Por desgracia las hembras de mi especie (mujeres, chicas, etc.) no acaban de apreciar lo que para mí es un irresistible atractivo (el mío) por lo que el lograr unas relaciones sexuales plenas y satisfactorias con alguna de ellas, se convierte en mi caso en una gesta absolutamente homérica.
Leído el párrafo anterior le supongo capaz de suponer mi expresión de absoluta incredulidad matizada por algo de estupefacción al comprobar el pasado sábado como a mi lado, en la cama, reposaba, no sólo mi cojín favorito, sino también una hermosa mujer (escribo hermosa aprovechándome de que usted jamás podrá comprobarlo). Basándome en su desnudez y en el hecho de que tuviera su mano apoyada en mi pene, deduje que su principal intención era hacer el amor conmigo. Aconsejado por la prudencia y la
higiene decidí hacer uso de un preservativo... del único reservativo que había en casa, dejado por olvido por un amigo más afortunado que yo en sus relaciones con las mujeres. Cuál no sería mi sorpresa (cabreo, enfado, desesperación, odio a la raza humana en general y a los fabricantes de condones en particular)al comprobar esta nueva mala jugada del Destino en forma de preservativo inexistente... La funda estaba vacía. La mala suerte boicoteaba el que podía haber sido mi primer coito del año (y fíjese en qué fechas estamos ya).
No me parece oportuno aburrirle contando las argucias a las que Tuve que recurrir para convencer a mi ocasional compañera de lo saludable de una fellatio, pero sí considero necesario el hacerle saber el gran
trastorno que me supuso su fallo de envasado para que tome las medidas disciplinarias (amputación de la mano derecha, doscientos latigazos, etc.) que considere oportunas con el responsable de semejante desatino, así como las medidas compensatorias con la víctima (léase yo, mismamente)de su error. Me despido sin más deseándole de todo corazón que nunca tenga usted que vivir una noche tan desastrosa como la que la no presencia de un producto de su empresa me produjo a mí."
La respuesta consistió en una carta personal muy amable y un Paquete que contenía veinticuatro cajas de condones de doce unidades cada una: 288 condones, en total.
¿Le caducarán al muchacho?
Etiquetando...
... mis pertenencias. Así me encuentro.
Después de haber sobrevivido:
- A los primeros años de cole con sus etiquetas para no confundir nada con lo de otros niños (que sólo me faltaban etiquetas para echar al baño antes de tirar de la cadena para que quedara claro lo que era mío y lo que era de otros niños).
- A los primeros campamentos, que para no perder ropa guardaba todo muy bien y luego me pasaba quince días sin cambiarme no fuera a ser que perdiera algo de la que sacaba la ropa. Y eso que llevaba todo con etiquetas con mi nombre, apellidos, dirección, teléfono, nombre de mis padres, número de hermanos, número de dientes de leche y definitivos y pelos de la cabeza.
- A ir quitándome etiquetas poco a poco. Empecé por la de la nuca, que se me había quedado pequeña y además se oxidaban los tornillos en la piscina.
- A dejar de llevar etiquetas y no perder nada.
- A la taquilla de la universidad, que allí la palabra propiedad era desconocida, por no decir proscrita.
Y no perder excesivas pertenencias...
Me dio por contratar un seguro para mi tarjeta nueveciiiiita, que ahora te la copian y te dejan en huesos. Total, que el otro día me llegó un conjunto de tarjetas identificativas: para el móvil, la tarjeta, la cartera, las llaves, las otras llaves, el otro móvil...
Así que he sufrido una regresión a la infancia total.
Cuando llegue al trabajo después de las vacaciones y coja mi tarjeta con mi nombre (allí también tengo de eso, sí, como en el cole) voy a preguntar a la seño que dónde están mis pinturas de dedos, para pintar los dibujos que tengo que hacer, y mi baby, que no me puedo manchar la ropa.
Después de haber sobrevivido:
- A los primeros años de cole con sus etiquetas para no confundir nada con lo de otros niños (que sólo me faltaban etiquetas para echar al baño antes de tirar de la cadena para que quedara claro lo que era mío y lo que era de otros niños).
- A los primeros campamentos, que para no perder ropa guardaba todo muy bien y luego me pasaba quince días sin cambiarme no fuera a ser que perdiera algo de la que sacaba la ropa. Y eso que llevaba todo con etiquetas con mi nombre, apellidos, dirección, teléfono, nombre de mis padres, número de hermanos, número de dientes de leche y definitivos y pelos de la cabeza.
- A ir quitándome etiquetas poco a poco. Empecé por la de la nuca, que se me había quedado pequeña y además se oxidaban los tornillos en la piscina.
- A dejar de llevar etiquetas y no perder nada.
- A la taquilla de la universidad, que allí la palabra propiedad era desconocida, por no decir proscrita.
Y no perder excesivas pertenencias...
Me dio por contratar un seguro para mi tarjeta nueveciiiiita, que ahora te la copian y te dejan en huesos. Total, que el otro día me llegó un conjunto de tarjetas identificativas: para el móvil, la tarjeta, la cartera, las llaves, las otras llaves, el otro móvil...
Así que he sufrido una regresión a la infancia total.
Cuando llegue al trabajo después de las vacaciones y coja mi tarjeta con mi nombre (allí también tengo de eso, sí, como en el cole) voy a preguntar a la seño que dónde están mis pinturas de dedos, para pintar los dibujos que tengo que hacer, y mi baby, que no me puedo manchar la ropa.
"No merece la pena...
... tomarse la vida en serio. Al fin y al cabo no vamos a salir vivos de ella."
No me acuerdo de quién es la frase, lo siento. ¿Ayuda?
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No me acuerdo de quién es la frase, lo siento. ¿Ayuda?
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jueves, agosto 11, 2005
Zumo de naranja
Hace ya algún tiempo me corría por la cabeza la idea de que a mi media naranja la habían hecho zumo.
Esto pasó después de que anduviera buscándola con resultado bastante escaso, incluyendo alguna que otra decepción.
Esa época pasó.
...
Ahora me pregunto: ¿Para qué querría yo una media naranja si soy de kas limón?
Lo que no me queda claro es qué hubiera hecho con ella después, si la hubiera encontrado.
Supongo que zumo.
Esto pasó después de que anduviera buscándola con resultado bastante escaso, incluyendo alguna que otra decepción.
Esa época pasó.
...
Ahora me pregunto: ¿Para qué querría yo una media naranja si soy de kas limón?
Lo que no me queda claro es qué hubiera hecho con ella después, si la hubiera encontrado.
Supongo que zumo.
miércoles, agosto 10, 2005
Shakespeare aplicado
" Romeo y Julieta en versión disléxica "
Marty a Willie C. en Beautiful Girls
Simplemente genial.
Píldora en El botiquín.
Marty a Willie C. en Beautiful Girls
Simplemente genial.
Píldora en El botiquín.
Píldoras
Este es un pequeño proyecto que tengo para el blog.
Se trata de pequeñas frases o parte de las mismas que me gustan, llaman la atención o resumen algo. La idea es que no lleguen a más de tres o cuatro líneas.
La intención es que haya, al menos, una semanal.
Las fuentes de inspiración serán diversas, desde las clásicas como la literatura hasta las procedentes de la sabiduría de la experiencia de mi alrededor.
Puede que algunas de ellas haya que ubicarlas en contexto, pero no pienso poner el contexto entero, porque si no lo de la longitud iría difícil, así que pondré alguna referencia para que, si hay interés se pueda llegar a entender.
Espero que os gusten.
Las píldoras se conseguirán en el botiquín
Se trata de pequeñas frases o parte de las mismas que me gustan, llaman la atención o resumen algo. La idea es que no lleguen a más de tres o cuatro líneas.
La intención es que haya, al menos, una semanal.
Las fuentes de inspiración serán diversas, desde las clásicas como la literatura hasta las procedentes de la sabiduría de la experiencia de mi alrededor.
Puede que algunas de ellas haya que ubicarlas en contexto, pero no pienso poner el contexto entero, porque si no lo de la longitud iría difícil, así que pondré alguna referencia para que, si hay interés se pueda llegar a entender.
Espero que os gusten.
Las píldoras se conseguirán en el botiquín
martes, agosto 09, 2005
La locura
Estoy loco, o eso dicen cada vez con más insistencia, así que he decidido tomármelo en serio. Voy a dejar constancia por escrito de lo que pasa de vez en cuando por mi cabeza, para que esto quede demostrado y no haya género de dudas.
Para empezar he decidido buscar "loco" en la Real Academia de la Lengua y como resultado pongo los primeros resultados y omito las referencias fuera de españa.
1. adj. Que ha perdido la razón. U. t. c. s.
2. adj. De poco juicio, disparatado e imprudente. U. t. c. s.
3. adj. Dicho de cualquier aparato o dispositivo: Que funciona descontroladamente.
4. adj. Que excede en mucho a lo ordinario o presumible. U. en sent. positivo. Cosecha loca Suerte loca
5. adj. Dicho de las ramas de los árboles: Viciosas, pujantes.
6. adj. Fís. Dicho de las poleas u otras partes de las máquinas: Que en ocasiones giran libre o inútilmente.
8. f. Hombre homosexual.
He de reconocer que el resultado me ha sorprendido.
El quinto lo desestimo, por lo de las ramas de los árboles, no por otra cosa.
Como no me considero polea, asumo que la sexta no va conmigo.
La ocho, he de decir que va a ser que no, que las mujeres me gustan demasiado para serlo.
Así que me quedan las otras cuatro. Decir un "no" tajante no puedo.
He perdido la razón porque la vida es más que un conjunto de hechos razonables. Busco la felicidad y creo que está en seguir a nuestro corazón, cuando nos dice que hagamos las cosas y, si se da el caso, hacer lo contrario a lo que nos dicta la razón.
Soy imprudente, porque estoy dispuesto a arriesgarme y perder, si en el camino hay posibilidades de mejorar. Repetiré lo que sea necesario, por muy disparatado que sea, siempre que sea en pos de mis sueños. Porque los sueños están para cumplirlos y soñar despierto me da aliento para seguir adelante.
Funciono descontroladamente, porque soy libre, porque he decidido ejercer mi libertad, asumiendo con ello la responsabilidad de mis actos y todo lo que vengan con ellos.
¿Me excedo? Sí. Espero que de lo ordinario, si con esto supone salir del camino marcado y declarame individuo diferencial. De lo presumible si es posible, ya que las sorpresas es la salsa de la vida y he de reconocer, que son una de mis pasiones.
Di que no soy como el resto. Di que no sabes qué esperar de mi. Di que soy capaz de sorprenderte. Di que no conoces a nadie como yo. Di que no tengo ningún tipo de prudencia, que vivo al límite. Di que no tiene sentido lo que hago, porque no es lo que se espera.
Llámame loco.
Para empezar he decidido buscar "loco" en la Real Academia de la Lengua y como resultado pongo los primeros resultados y omito las referencias fuera de españa.
1. adj. Que ha perdido la razón. U. t. c. s.
2. adj. De poco juicio, disparatado e imprudente. U. t. c. s.
3. adj. Dicho de cualquier aparato o dispositivo: Que funciona descontroladamente.
4. adj. Que excede en mucho a lo ordinario o presumible. U. en sent. positivo. Cosecha loca Suerte loca
5. adj. Dicho de las ramas de los árboles: Viciosas, pujantes.
6. adj. Fís. Dicho de las poleas u otras partes de las máquinas: Que en ocasiones giran libre o inútilmente.
8. f. Hombre homosexual.
He de reconocer que el resultado me ha sorprendido.
El quinto lo desestimo, por lo de las ramas de los árboles, no por otra cosa.
Como no me considero polea, asumo que la sexta no va conmigo.
La ocho, he de decir que va a ser que no, que las mujeres me gustan demasiado para serlo.
Así que me quedan las otras cuatro. Decir un "no" tajante no puedo.
He perdido la razón porque la vida es más que un conjunto de hechos razonables. Busco la felicidad y creo que está en seguir a nuestro corazón, cuando nos dice que hagamos las cosas y, si se da el caso, hacer lo contrario a lo que nos dicta la razón.
Soy imprudente, porque estoy dispuesto a arriesgarme y perder, si en el camino hay posibilidades de mejorar. Repetiré lo que sea necesario, por muy disparatado que sea, siempre que sea en pos de mis sueños. Porque los sueños están para cumplirlos y soñar despierto me da aliento para seguir adelante.
Funciono descontroladamente, porque soy libre, porque he decidido ejercer mi libertad, asumiendo con ello la responsabilidad de mis actos y todo lo que vengan con ellos.
¿Me excedo? Sí. Espero que de lo ordinario, si con esto supone salir del camino marcado y declarame individuo diferencial. De lo presumible si es posible, ya que las sorpresas es la salsa de la vida y he de reconocer, que son una de mis pasiones.
Di que no soy como el resto. Di que no sabes qué esperar de mi. Di que soy capaz de sorprenderte. Di que no conoces a nadie como yo. Di que no tengo ningún tipo de prudencia, que vivo al límite. Di que no tiene sentido lo que hago, porque no es lo que se espera.
Llámame loco.
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