Hace algún tiempo andaba sentado con un amigo tomando un té en las escaleras de la puerta de su casa. Era ya tarde y habíamos estado cenando en casa, pero habíamos decidido no salir. Era una de esas noches de confidencias, de reflexión, de amistad de la buena.
Después de un rato salió la pregunta "¿Crees que madurar consiste en conformarse?". Creo que hay veces que uno no puede evitar esta pregunta. Vemos como la gente de nuestro alrededor, con el tiempo, se va conformando según van pasando los años. Se conforman con la pareja que tienen (sí, hay casos que es amor de verdad, pero hay otros en los que lo dudo), se conforman con el trabajo que tienen, con la hipoteca, con vivir en un mundo que no les convence, con llegar a fin de mes, con no ser infelices del todo, con seguir el guión marcado por la sociedad, con tachar las casillas de lo que te toca tener en cierto momento de tu vida.
Creo que mi respuesta tardó como medio segundo, "NO".
No me creo que eso sea madurar. Me creo que eso es dejarse morir, enfilar el camino a la muerte desde lejos. Eso es bajar los brazos y aborregarse. Eso es matar al soñador que todos llevamos dentro. Es claudicar ante la rueda de la sociedad, nos convenza o no lo que nos proponen, porque nos faltan ganas, valor, porque estamos cansados, porque estamos anestesiados.
Madurar, para mí, tiene más con aprender a contar hasta diez, para distinguir entre los impulsos y las intenciones. Para controlar la respuesta instintiva y pasar a la respuesta meditada. Para tomar la decisión sin tener que arrepentirte después.
Madurar tiene que ver con que tus puntos de vista y tu modo de vida se sustenten en bases sólidas. Que seas capaz de poner en duda lo que haces y lo que eres para comprobar si dichas bases son lo suficientemente sólidas. Que seas capaz de sentarte con alguien y argumentar tus puntos de vista, sin descalificar los de tu compañero de conversación y busques los puntos comunes, para entenderos a través de ellos, entendiendo las diferencias para que no sean un obstáculo.
Madurar tiene que ver con no mentirte a ti mismo. Aprender a escuchar a tus sentimientos y, así, evitar mentirte a ti mismo y mentir a los que te rodean, para ser una persona más íntegra.
Madurar tiene que ver con una mano tendida, con una mente abierta, con un corazón comprensivo.
Madurar tiene que ver con el fuego de la convicción, que arde tranquilo pero continuo.
No esperes que me conforme, pero alégrate conmigo si ves que voy madurando en el camino de la vida.
martes, mayo 08, 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
¿Conformarse? Siempre hay que renunciar a unas cosas para tener otras. A menos que uno sea sobrehumano, que no se da el caso... (Y sí, yo lo llamaría amor de verdad... al menos, está en el background de muchas decisiones... sin lugar a dudas, compensa).
Publicar un comentario