Todos los días corro una serie de riesgos nada desdeñable: Me toca cruzar la calle por las bravas unas cuantas veces.
No, no es una calle muy transitada, pero tengo la manía de mirar para el lado que no es. Que me van a atropellar sí o sí.
Pero, bueno, como todo, parece que me voy acostumbrando, así que cada vez es menos arriesgado.
Lo que pasa es que ahora que me he acostumbrado a esto de vivir al filo de la navaja todos los días veo que se me va a hacer aburrido el día a día.
Tengo que incluir alguna fuente de riesgo a mi vida...
...
YA SÉ: Voy a hacerme con una bicicleta, que así voy por la carretera, que la acera es muy segura.
lunes, agosto 21, 2006
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