Re-vuelta

El fin de semana pasado me enteré que Celtas Cortos (sí, todos, Cifuentes incluido) han vuelto a sacar disco, un grandes éxitos con cinco canciones nuevas, vamos, de esos que te curras un par de cositas y luego refríes y te sacas una pasta por trabajar un nada.
La verdad es que me sorprendió, porque pensaba que la última vez había sido la ruptura definitiva, teniendo en cuenta que hasta se buscaron un pseudo-cantante, bastante deprimente a mi manera de ver, para remplazar a Jesús.
Me gustaría pensar que no es por la pasta (iluso de mí), sino por algo más. Me gustaría pensar que es porque realmente viven la música (que no porque vivan de ella), que les falta algo todos los días si no están componiendo y que la vuelta de Cifuentes ha sido porque él lo ha querido y lo ha sentido y no porque hayan pensado que van a vender más si está él y le han ofrecido cifras de esas escandalosas.
Desearía que fuera como ese sentimiento indescriptible y que no hay nadie que entienda: el de volver con esa chica con la que no se puede evitar volver. Esa relación que un amigo deja (otra vez) teniéndolo muy claro y jurando y perjurando que nunca más, que no sabe por qué volvió la última vez, si la otra persona no ha cambiado en nada y le sigue sacando de sus casillas. Ese momento en el que tú le miras y te dices "esto ya lo he vivido, dejá vu, ya está, fallo en Matrix". Y así hasta la próxima. Es eso que está por encima de toda lógica y que se sabe que por mucho que te empeñes no se puede controlar.
Pues nada, que ha vuelto el grupo responsable de mi primer concierto, el primero del que fui seguidor, que no fan, y del cual algunas canciones siempre viajarán conmigo...

hasta la próxima