domingo, febrero 12, 2006

Pendientes

De eso tengo muchas cosas.
Es lo que tiene combinar una mente inquieta con la pereza máxima, que me da por tener ideas de todo tipo pero de ahí a realizarlas la cosa anda más difícil. Por poner: hace unos meses (joé, que ya no se mide por semanas sino por meses) pedí permiso a Maltieri para basarme en un par de post suyos y plasmar una idea que tengo rondando; resultado: me dijo que sin problemas y las ideas me siguen rondando la cabeza y cogen forma en el cercanías pero no hay manera de que lleguen al blog.
Esto llega a ser totalmente catastrófico cuando de ciertas cosas se trata, como de estar documentado o de algo que requira cierta constancia para conseguirse o de una mejora parcial de la vida. Esto debe de ser totalmente genético en mí (y no uno de mis muchos vicios adquiridos), ya que las cosas fueron así desde que recuerdo.
Malo, dirás, tú que no tienes nada mejor que hacer que leer esto, ya que así no vas a conseguir nada. Pues bien, por suerte hay varios factores que contrarrestan esta tendencia natural peligrosísima y consiguen que, de vez en cuando, haya algo de actividad en mi vida. Ahí va el secreto: meter a alguien en lo que tengo que hacer (de esta manera hace que sólo por el placer de enarronar a otra persona genere algún tipo de actividad vital más allá del parpadeo); o no quede más remedio (es lo que tienen los exámenes y las fechas de entrega, que se aplica el inapelable "por cojones"); o el "a que no..." (a mí me vas a decir lo que sí y lo que no); o que me dé un ataque de actividad y productividad incomprensible y, por suerte, temporal.

Y tú qué, avezado lector, ¿tienes la lista de pendientes más larga que el nuevo rollo de papel scotex? ¿cuál es tu excusa?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues debería de estar estudiando en vez de estar conectada leyendo blogs... :S

Y sí, tengo una lista interminable de cosas por hacer. Además de ser una perezosa, mi problema es que me cuesta terminar algo, siempre surge algo nuevo por hacer... Y lo otro se queda a medias... O lo dejo para "luego"...

Y como dice mi madre: "Eres como San Luego, que no entró en el cielo porque lo dejó para luego..."

Gummy dijo...

Veo que sufres el eterno problema de 20-80: el último 20% del trabajo te cuesta el 80% del esfuerzo.