- Quiero ir a Villa Memoria - dijo con una sonrisa en la cara y un aire distraido-, me han dicho que sabe cómo ir.
- ¿Estás seguro de que quieres ir?- Preguntó mirando por encima de sus gafas de lectura y bajando un poco el pesado libro de tapas oscuras.
- Sí, quiero visitar aquello que viví y volver a encontrarme con los recuerdos que allí se encuentran.- añadió convencido y con ojos chispeantes.
- No creo que seas consciente de lo que vas a hacer.
- ¿Por qué?
- Porque lo que allí te vas a encontrar no tiene nada que ver con lo que estás hablando o, mejor dicho, la experiencia no va a ser como tú crees. Ese lugar no es como lo pintan.
- Eso será para usted, yo sé lo que busco y quiero llegar allí - el tono altivo de su voz daba a comprender que no iba a admitir ningún comentario.
- Está bien - y, resignado, cerró el libro y empezó a hablar en voz baja y lenta - coge la calle de La Soledad, hasta que veas la salida a La autopista melancolía. Cógela y aléjate de La ciudad Presente en dirección al Olvido. A partir de ese momento sólo tienes que seguir recto. Te estarás acercando cuando los árboles de los lados queden lejos de la vista y veas la salida de Los que no Volverán. Atraviesa el Cordón del Dolor y habrás llegado, tendrás los barrios de las Mentiras, las Decepciones, los Desengaños, el Arrepentimiento y todos los demás. ¿Alguna duda?
- Más que duda, aclaración, porque creo que no me ha entendido: quiero ir a Villa Memoria, para visitar Los buenos Recuerdos, cerca de la Felicidad creo que el camino que me ha indicado no es ese.
- Sigues sin entenderlo. El barrio del que me hablas nunca ha llegado a construirse. Ha estado en la mente de muchos, pero nunca se ha hecho realidad, es imposible. - ante la mirada de estupefacción de su interlocutor siguió hablando- Se ha intentado y cada vez que se intentó, parecía que iba bien, pero siempre es igual: el constructor tenía un problema, si el barrio realmente era la Felicidad el constructor no podía acabarlo, ya que no podía llevarlo a ciudad Presente y así se convertía en el Arrepentimiento, por no construirse en el lugar adecuado; si no era tan bueno se convertía en las Decepciones ya que se perdía algo en Presente por estar en Memoria.
- ¿Y si no era ninguna de esas?
- Entonces, simplemente, era Mentira. Creeme, el viaje no merece la pena, porque además, en caso de que encuentres un lugar parecido a lo que esperas, tendrás que volver a ciudad Presente y es cuando las curvas de la autopista Melancolía son más peligrosas. Pero siempre es tu decisión.
- Gracias por las indicaciones, han sido muy claras.
El joven se marchó cabizbajo.
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2 comentarios:
Prefiero acercarme a la estación Esperanza, que queda aquí cerca, en Futuro Cercano...
Mientras tanto, ¿por qué no tomamos algo, aprovechando que es viernes, en la terraza que han puesto en la esquina de Amistad y Locura?
Me quito el sombrero, me pongo en pie y aplaudo ante este post...
Gracias por el comentario, creo que no es para tanto. Es sólo una idea peregrina que tenía por la cabeza.
Ahora tengo presión para no bajar el nivel de los post ;).
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